Uno de nuestros amigos en prisión, Raphael S., que ha publicado dos artículos en ESSAY en los últimos dos años, ha iniciado una reunión de SA en la prisión estatal de Virginia. Está apadrinando a otro compañero. Para ellos es significativo formar parte de la fraternidad, aunque estén encarcelados. 

James sólo ha estado en el programa desde septiembre del año pasado, después de que Raphael iniciara la reunión en su celda de la prisión. Había cinco chicos, pero todos se alejaron de la reunión/fraternidad, excepto estos dos hombres en su celda. Los visité recientemente. Técnicamente sólo visité a Raphael, pero saludé a James con la mirada, debido a los protocolos de seguridad, etc. Están trabajando en un buen programa de recuperación, conectándose con miembros de SA en el exterior que les escriben. 

He enviado por correo electrónico a Raphael (a través de JPAY) los próximos temas de ESSAY. Visitarlo siempre vale la pena el viaje de todo el día. Fue fácil distinguir a los dos miembros de SA en el centro de visitantes de la prisión porque ambos estaban radiantes y sonrientes, cuando los visitantes entraron en la sala de unos 12 reclusos. 

Hal C., Virginia, EE.UU.

Mi nombre es James D, tengo 21 años y soy un adicto al sexo en recuperación. Soy el menor de tres hermanos y toda mi vida he luchado contra el abuso de mis hermanos hasta que tuve 15 años y pude defenderme. Pasar por este abuso causó un fallo en mi mente que me llevó a un defecto de crecimiento que tuve hasta los 17 años. 

A los 13 años mis padres se divorciaron y mis hermanos me culparon por ello, así que acabé con estrés y depresión. La forma en que lidié con este estrés y depresión fue consumiendo, y continué así todos los días varias veces para liberar la depresión y el estrés acumulados. 

Cuando cumplí 17 años me mudé a casa de un amigo. También acabó siendo mi jefe en el trabajo. La vida me dio un vuelco instantáneo. Venían mujeres guapas todos los días durante mucho tiempo. A veces no se iban en varios días porque mi amigo/jefe era un drogadicto. Acabé consumiendo lujuria con chicas que no conocía, porque mi mente se iba directamente a ellas. Mi comportamiento se agravó mucho y al final acabé en la cárcel. 

El encarcelamiento me llevó al peor escenario de consumo. Consumía sin parar todos los días, durante todo el día, hasta el punto de enfermar. Mi vida era ingobernable en aquel momento y sigue siéndolo hoy en día. Me declaré impotente ante la lujuria y no he mirado atrás, porque sé que en el momento en que mire atrás caeré y correré hacia la única solución que conozco, que es consumir. 

Desde que he estado encerrado desde el 28 de enero de 2022 hasta ahora he aprendido que no puedo conseguir la sobriedad solo. Necesito un Poder Superior que me saque de los momentos difíciles y me mantenga sobrio. Teniendo a un compañero de SA aquí conmigo en mi celda, me volví oficialmente sobrio el 29 de noviembre de 2023 y ¡la experiencia es genial! Saber que no estoy solo es estimulante. Hoy estoy sobrio por la gracia de Dios y la ayuda de mi padrino. Mi fecha de salida de la prisión es el 17 de julio de 2027, pero eso puede cambiar.