La honestidad le ayuda a dar los Pasos con sinceridad de corazón.

La honestidad empieza con el corazón. Mi mente buscará todo tipo de razones para evadir la verdad. Cuando estaba atrapado en la adicción, le hacía caso a mi cabeza buscando razones y excusas para seguir actuando. Seguía mi cabeza, pero mi corazón estaba inquieto. Con la gracia de mi Poder Superior, encontré SA y comencé a seguir mi corazón. Mi conexión con mi Poder Superior se da principalmente a través del corazón.

La buena voluntad también tiene que ver con el corazón. Quizás mi corazón aún no esté del todo resuelto. Admito ante mi Poder Superior que no lo tengo todo bajo control. Mi corazón está inquieto. Quiero mejorar, pero no basta con ser “algo honesto” o “honesto la mayor parte del tiempo”. Necesito ser rigurosamente honesto y admitir que no puedo con la lujuria. En ningún momento. Siempre. Mi corazón sabe que es cierto. Este es mi Paso Uno.

Los Pasos Dos y Tres siguen. Si soy rigurosamente honesto, mi oración de ayuda será sincera. La sinceridad habla por el corazón. “Ayúdame”, rezo con sinceridad, y mi Poder Superior siempre responde. Siempre. Esto es honestidad rigurosa. Admito la verdad y rezo con sinceridad. Mi corazón está sereno. He aceptado lo que no puedo cambiar: mi impotencia ante la lujuria. Con honestidad rigurosa, recibo el don de la sobriedad. Siempre, en cada momento honesto.

La semana pasada, caminaba por una zona urbana abarrotada, rodeada de tentaciones. Al llegar a casa, me di cuenta de que había olvidado entregar las tentaciones a mi Poder Superior. Mi honestidad rigurosa me recordó que había cometido un error. Tenía imágenes remanentes dando vueltas en mi cabeza, y mi corazón no estaba en paz. Hice una llamada telefónica y lo compartí en una reunión. Compartir estas cosas me ayudará a recordar y a hacerlo mejor la próxima vez. Mi corazón recupera la paz cuando soy rigurosamente honesto.