En mis primeros días en SA era soltero, no tenía trabajo, ni auto, ni dinero, y mucho tiempo. Era 2009, y por la crisis económica estaba desempleado. Asistía a tres o cuatro reuniones por semana, llamaba a mi padrino todos los días, escribía mi trabajo de Pasos diariamente y traduje todo el Libro Blanco, el Libro Grande y La recuperación continúa a mi idioma nativo en un año. Aun así, me quedaba mucho tiempo porque ya no llenaba cada minuto libre con lujuria. Asumí muchos puestos de servicio como encargado del café, limpiando después de la reunión, encargado de literatura, secretario, tesorero y abridor de la reunión.
En mi primer año, estuve involucrado en la organización de un Taller de Pasos de SA. Al final del fin de semana, hicimos una lista de tareas para las que los asistentes se podían apuntar. Cuando miré la lista, todavía medio vacía, noté que el orador del fin de semana, un tipo con 14 años de sobriedad se había apuntado para limpiar los baños. ¡Nadie más lo había hecho! Intuitivamente puse mi nombre al lado del suyo. Juntos, limpiamos los baños. Para mí, este fue un despertar espiritual y lo más destacado del fin de semana. Más tarde se convirtió en mi padrino.

También participé en la puesta en marcha de un Intergrupo en mi país. Me convertí en coordinador del Intergrupo durante dos mandatos consecutivos. Mientras tanto, también me convertí en secretario de la Asamblea Regional. Pronto también fui Delegado Alterno y asistí a la Asamblea General de Delegados en 2013, con apenas cuatro años de sobriedad. Aunque era muy ambicioso, esto realmente me abrumó. Me di cuenta de que esto era demasiado, así que dejé el servicio a ese nivel.
El papel de ser pionero en una confraternidad de SA recién emergente en mi país fue un regalo, una bendición y una alegría para mí. Sin embargo, confiar el liderazgo permanente a la conciencia de grupo ha sido un camino. Con mi personalidad, no es fácil trabajar en equipo. Ni para mí, ni para el equipo. Por lo general, intuitiva y rápidamente sé qué es lo mejor que se puede hacer. Lo único que tiene que hacer el equipo es estar de acuerdo conmigo. Como odio tener que esperar y ralentizar por la gente lenta, empiezo a hacer lo que quiero de todos modos. Es fácil ver que esto tiene poco que ver con la conciencia de grupo. Estoy tan agradecido de que Dios, en su infinita sabiduría, me haya entregado a un grupo de borrachos sexuales, que son tan lentos en la toma de decisiones y tan reacios a la autoridad, que no tengo más remedio que rendirme y rendirme. Ha sido mi única oportunidad de sobriedad y lo mejor que me pudo haber pasado.

Conocí a mi futura esposa en 2014. Nos casamos un año después. Lentamente salí del Intergrupo, de la Asamblea Regional y de casi todos los puestos que ocupaba. No he asistido a un Intergrupo o a una Asamblea desde entonces. Esto ha sido un alivio para mí y muy probablemente una bendición para ellos. Estoy muy agradecido por todas las oportunidades de servicio que pude aprovechar en los primeros años de mi recuperación. Sin ellos, no lo habría logrado. Fue un momento maravilloso y emocionante para mí.
Hoy tengo esposa, tres hijos, un auto, un trabajo, una casa y muy, muy poco tiempo. Aprendí que hay muchas otras formas de prestar servicio, además de ocupar puestos dentro de la estructura de servicio. Podría asistir a convenciones, hablar en reuniones, apadrinar a personas en citas sobrias, organizar talleres o escribir artículos para ESSAY. Mi padrino me está enseñando que tener una buena calidad de vida es, para mí, el mejor servicio que puedo dar a la confraternidad. Esto significa que dar mi tiempo a mi familia y mi trabajo no es privar a la comunidad del servicio que le debo.

Algunos servicios me son muy queridos y los sigo haciendo con mucha alegría. Primero es abrir la reunión que organicé hace seis años. Todavía es mi reunión de grupo base. En segundo lugar, me he puesto a disposición para supervisar y coordinar la traducción de la literatura de nuestra fraternidad al holandés. Es una alegría estar haciendo esto junto con nuestro país vecino.
Tercero, más que cualquier otra cosa, disfruto trabajar con miembros en el proceso de citas sobrias. En una de las primeras convenciones a las que asistí, escuché a un miembro compartir que SA no tiene una definición de sobriedad negativa de todo lo que no podemos hacer, sino una definición de sobriedad positiva de creer en el matrimonio para los sexólicos. Ver a un lisiado del amor encontrar esa afirmación y realmente proponerle matrimonio a una mujer es uno de los regalos más hermosos de este programa.