He estado sobria desde el 7 de enero de 2023. Ese día tomé un vuelo a Sudáfrica (SA), así que literalmente viajé hacia una nueva vida desde entonces. ¡Dios tiene un sentido del humor increíble!
PRIMERA PARADA: Bogotá.
Septiembre de 2014: Un viernes por la noche llamé a SA porque había hecho algo que me avergonzaba profundamente. “¿Por qué no puedo parar? ¿Por qué mis relaciones no duran? ¿Qué está mal conmigo?” Aún recuerdo la comprensiva voz masculina diciéndome que había una solución para mí. Sin embargo, la definición de sobriedad me pareció demasiado estricta: “Es imposible para una mujer joven y bonita. La juventud es sinónimo de fiestas, novios y diversión. En ese momento, la lujuria aún era mi amiga.”
SEGUNDA PARADA: Ciudad del Cabo.
Febrero de 2015: Tenía la muy común fantasía sexólica de viajar para escapar de la adicción: “Quizás los hombres colombianos son el problema.” Así que viajé, y para mi sorpresa, estaba consumiendo el primer fin de semana en el nuevo país. Nuevamente, contacté a SA en esa ciudad, pero la situación era la misma: yo no estaba lista para abrazar la sobriedad sexual y no había mujeres en el grupo. Luego, cuando encontré un nuevo novio allí, él se convirtió en mi Dios, y dejé SA otra vez.
Una Temporada en el Purgatorio: En los años intermedios, intenté de todo: terapia, leer libros, cambiar mis patrones de consumo. Yo traté de alcanzar la sobriedad sexual por mi cuenta numerosas veces. Incluso me uní a otra comunidad basada en el programa de 12 Pasos, lo cual me ayudó mucho a entender el programa y a conectarme con mujeres. Sin embargo, nunca logré la sobriedad completa. Me encontraba atrapada en un ciclo de depresión, ansiedad y relaciones codependientes, desperdiciando mi vida, confundiendo lujuria con “amor.” Usaba mi propio cuerpo para instigar a los hombres a cambio de un poco de atención: “Por favor, relaciónate conmigo y lléname”, implorábamos de rodillas. ” (SA, Página 5). Esta cita describe perfectamente mi situación entre 2015 y 2022.
TERCERA PARADA: Bochum.
Enero de 2023: Después de tocar fondo de manera terrible, quería matarme. Mis primeros cuatro meses en Alemania fueron un gran atracón de lujuria. De hecho, la lujuria se convirtió en mi dueña. Perdí el control por completo. No sabía cómo parar y veía la muerte como la única solución posible. Hice una escala en el infierno durante la primera semana de enero de 2023. Una noche, estaba muy cerca de las vías del tren, y podía sentir la velocidad de los trenes en mi cara. Sabía, muy en el fondo que la “fiesta había terminado.”
Me di cuenta con cada fibra de mi ser que la obsesión podía matarme. Espero no olvidar nunca esa sensación, porque si lo hago, seguramente moriré. Esa noche, la idea de contactar a SA cruzó por mi mente, marcando el primer milagro en mi viaje: no había pensado en SA en siete años. Había descartado a SA no solo por su definición de sobriedad, sino también porque había demasiados hombres en las reuniones. ¿Cómo podría recuperarme entre hombres? Creía que no podrían entender mi problema y, en el fondo, albergaba la creencia de que los hombres eran inherentemente malvados e indignos de confianza. Puede parecer contradictorio porque en mi adicción buscaba la atención masculina. El objetivo de mi vida había sido encontrar al “príncipe azul.” Imagina lo absurdo que era: buscar el amor verdadero a través de la lujuria, mientras albergaba un resentimiento profundo hacia los hombres, pero al mismo tiempo deseaba su amor y compañía.
Sin embargo, mi desesperación era enorme, y contacté al grupo de SA en mi ciudad, incluso sin hablar alemán. En ese momento, yo estaba dispuesta a hacer cualquier cosa. Luego, el segundo milagro: el compañero que me respondió fue solidario y amable, mostró interés en ayudarme y ofreció ayuda con la traducción. También me dio el contacto de una compañera que me dijo: “Hay una vida más allá de la obsesión por un hombre.” Eso era totalmente increíble para mí en ese momento.
DESTINO FINAL: Recuperación. En mi primera reunión, estaba nerviosa. Me sentía completamente destrozada por dentro, sentada en un salón lleno de hombres, en un país extranjero y comunicándome en un idioma que no es el mío. Sin embargo, la reunión resultó ser increíblemente conmovedora. Una compañera se unió a nosotros por teléfono y compartió una historia muy similar a la mía. Recuerdo cada palabra, cada detalle de esa noche. Sorprendentemente, esos hombres tenían mucho en común conmigo y me hicieron sentir segura e incluida desde el principio.
Deseaba lo que ellos tenían. No pude dormir esa noche debido a la emoción, de manera positiva, mientras pensaba en las cosas que había escuchado. Me sentía como una niña la noche antes de un viaje. Y tenía razón: el pase de abordar es la sobriedad, el avión es SA, los otros pasajeros son mis compañeros, el piloto es el mejor, un experto: el Poder Superior. El destino es una vida más allá de mi imaginación.
El grupo de Bochum ha sido mi hogar durante más de un año. No entiendo completamente las reuniones, pero asisto de todas formas porque el mensaje espiritual de SA trasciende el idioma; habla directamente al corazón. Por supuesto que participo en muchas otras reuniones en línea, pero durante mis momentos más oscuros, cuando necesito un abrazo, cuando me siento aislada y atrapada en mis propios pensamientos, tengo una sala donde realmente puedo conectar.
El Libro Blanco menciona el hambre de Dios, pero yo no solo tenía hambre; estaba completamente desnutrida cuando llegué a SA. Afortunadamente, SA ofrece un menú nutritivo y abundante. Finalmente, encontré todo el amor y la atención que había estado buscando a través de la lujuria. Solía imaginar que el amor del “Principe Azul” me salvaría, pero me dieron algo aún mejor: el amor de cientos de personas que realmente se preocupan por mí.
Este programa convierte el plomo en oro, como le escuché compartir a un veterano. Y es indudablemente cierto; SA está transformando a una adicta a la lujuria, alguna vez suicida, en una hija feliz y agradecida de Dios. Los miembros hombres han sido compañeros increíbles en este viaje. Ha sido una grata sorpresa descubrir su paciencia, cuidado y ternura. Solía verlos como objetos de mi lujuria o como adversarios, sintiendo odio, lujuria o miedo hacia ellos. Sin embargo, en mi grupo base, dentro del comité de traducción del ESSAY del cual soy parte, y en las numerosas reuniones donde he sido la única mujer en la sala, he descubierto verdaderos hermanos.
Evelyn T, Colombia.