Obstacles - HARVEY

OBSTÁCULOS PARA ALCANZAR LA SOBRIEDAD EMOCIONAL

Hace poco me pidieron que escribiera un artículo para Essay sobre la sobriedad emocional. Mi primera reacción fue un no rotundo. Quería negarme porque sé, en el fondo de mi corazón, que la mayoría de las personas en SA tienen dificultad para alcanzar la sobriedad emocional dado que a duras penas pueden alcanzar la sobriedad de la lujuria. En ese momento me di cuenta de que, en vez de negarme, necesitaba compartir mi experiencia, fortaleza y esperanza desde otra perspectiva. Necesitaba escribir sobre los obstáculos que he visto los últimos 38 años en nuestra fraternidad.

Me llamo Harvey A y mi fecha de sobriedad sexual es el 8 de marzo de 1984. Si te das cuenta no digo mi fecha de sobriedad emocional porque esta fecha cambia constantemente. Como diría nuestro fundador de SA, Roy K: “a través del crisol de nuestra experiencia”.

La sobriedad emocional se encuentra definida con bastante claridad en el paso 10 del libro “Doce pasos y doce tradiciones” de Alcohólicos Anónimos. Bill W solía escribir sobre la sobriedad emocional describiendo qué sucedía cuando no la tenías. Usaba conceptos como “la resaca emocional” o “la borrachera emocional”. 

En mi opinión, estos son algunos de los obstáculos que mucha gente tiene en nuestro programa para alcanzar la sobriedad emocional o la ecuanimidad, como algunas personas la denominan.

  1. ¿Cómo puede alguien utilizar todos los pasos que le podrían llevar a la paz interior si no ha aceptado con sinceridad el primer paso? En nuestro programa frecuentemente muchas personas rechazan la palabra LUJURIA que está en el primer paso.  La sustituyen por palabras relacionadas con el consumo en vez de por lo que origina el consumo: LA LUJURIA.
  2. Negar que tenemos una enfermedad que es una alergia física y seguir diciendo: “Soy una mala persona tratando de ser buena persona” en vez de: “Soy un enfermo tratando de estar bien”.
  3. Rechazar las sugerencias de los padrinos.
  4. Seguir culpando a otros o a ti mismo de la adicción en vez de ver que es la enfermedad la causante de las dificultades.
  5. Sentirse culpable al descubrir tus defectos de carácter en vez de verlos como una oportunidad de crecimiento espiritual.
  6. Pensar que cuando dejas de consumir ya estás “curado” en vez de darte cuenta de que tienes una enfermedad crónica que necesita cuidados diarios.
  7. Creer que Dios lo hará todo por ti en vez de ver la necesidad de colaborar con el Dios de tu entendimiento. La colaboración incluye trabajar los pasos, tener un padrino y asistir a las reuniones.

Con frecuencia, una vez que uno va ganando libertad sobre la lujuria y usando los pasos con perseverancia, la sobriedad emocional va llegando.

La sobriedad emocional también puede existir a nivel de grupo. ¿Cómo puede haber sobriedad emocional en nuestras reuniones cuando muchas reuniones se centran en el problema en vez de en la solución? Frecuentemente en las reuniones de Zoom en las que participo, miembros con pocos días de sobriedad son los primeros en compartir y se centran en el problema en vez de en la solución. En Nashville, durante muchos años las reuniones han seguido la guía de la página 199 del libro blanco de SA que incluye el siguiente texto: “Todos los que intervengan en la primera parte de la reunión han de ser miembros de SA con treinta o más días de sobriedad sexual. Hacemos esto para ayudar a poner el foco en la recuperación y en el programa. Después cualquier miembro puede compartir.” ¿Cómo podemos ver una reunión con sobriedad emocional cuando se le dice a los miembros que han recaído que todo está bien? Muchos de nosotros sabemos, en el fondo de nuestro corazón, que hay una alta probabilidad de que una recaída te lleve a cerrar la puerta de la recuperación o a engañarte. Es solo mi opinión después de ver como muchos miembros que recaen se suicidan o acaban en la cárcel.

En mi caso, la sobriedad emocional ha llegado tras varios años de haber ido quitando las primeras capas de la cebolla. El proceso empezó con la sobriedad sexual, después con la sobriedad de la lujuria, después de esto la sobriedad del miedo, después la sobriedad de la ira y por último la sobriedad financiera. 

La sobriedad sexual para mí fue bastante rápida, poco después vino la sobriedad de la lujuria. Después llegó la sobriedad del miedo y la ira, pero de vez en cuando estas emociones asoman sus feos dientes. A veces siento celos y envidia, pero este es un camino de recuperación, no un destino al que llegar. Como diría mi padrino: “Estoy mejor de lo que solía estar, pero peor de lo que estaré”.

Unámonos para enfatizar la importancia de liberarnos de la LUJURIA y alcanzar la sobriedad sexual a nivel individual y a nivel de grupo, para que también podamos avanzar progresivamente en la sobriedad emocional. Viajemos juntos hacia el equilibrio emocional para que nuestros despertares espirituales nos conduzcan a una nueva libertad y a una nueva felicidad.

Harvey A. Florida, USA

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