Jim Egan jugó un papel importante en mis primeros años en SA. Me encantaban sus compartires, que siempre eran un discurrir amoroso y humilde. Estoy agradecido de haber aprendido de sus compartires a ser amoroso y humilde. Siempre con una sonrisa en su rostro, también me ayudó a sentirme cómodo en las Convenciones Internacionales de SA a las que asistí.
Mi padrino acreditó a Jim (quien era su padrino, por lo que el padrino de mi padrino) con lo que se convirtió en una de mis prácticas personales de SA más efectivas: Al entregar la lujuria, no solo reces tu rendición; llévalo a la luz con otro miembro de SA.
Una vez, en una discusión con Harry B., él y Jim se hicieron espontáneamente algunas preguntas de sondeo sobre su recuperación. Estas preguntas más tarde se convirtieron en la práctica de la Renovación Diaria de la Sobriedad, una herramienta querida por muchos en la Fraternidad.
Me encantó ver a Jim mencionado en el libro de AA, El alma del Padrinazgo, un libro de memorias de la relación entre Bill Wilson y el padre Ed Dowling. Jim era el archivista de los escritos del Padre Ed, algunos de los cuales se utilizaron en esta pequeña joya reconfortante de la historia de los 12 Pasos.
Jim fue un verdadero pacificador y nos ayudó a todos a luchar por la unidad en SA. Murió en 2008 después de más de 20 años de sobriedad sexual. Todavía se le echa mucho de menos.
Aquí está la renovación original (con una omisión, donde se citó una frase corta de una religión en particular):
Deseo de sobriedad: renovación diaria con compañeros de sobriedad
1. ¿Estás dispuesto a admitir que eres impotente ante la lujuria?
2. ¿Deseas la sobriedad en las próximas 24 horas? (estar libre de las obsesiones y actos de lujuria, libre de miedos, resentimientos, la vergüenza, la autocompasión, etc.)
3. ¿Estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para proteger este deseo en las próximas 24 horas? (marcar límites, orar, leer, cuidar de tu salud física, contactar y llamar a otros)
4. ¿Eres consciente de que al final de estas 24 horas serás libre de escoger estar sobrio un día más o bien de seguir otro camino?
5. Solo por hoy, ¿estás dispuesto, conmigo, a entregar tu voluntad y tu vida al cuidado de Aquel que ayer te mantuvo sobrio y te protegió de todas las consecuencias de la lujuria en el pasado?
Mitch A., Wisconsin, Estados Unidos