Recovering and Traveling in India

Recuperándome y viajando en India

Comencé mi viaje de recuperación en SA el 25 de mayo de 2021 cuando mi esposo me confrontó una vez más. La diferencia esta vez fue que mi voz interior (la voz del Poder Superior) me dirigió fuertemente en una dirección y busqué en Google, encontré sa.org y conecté con una compañera de SA en India que me introdujo al programa de SA. En nuestra primera llamada, ella me dijo lo básico de SA y también de lo que trata la definición de sobriedad de SA. Ella me dijo que no podía tener relaciones fuera del matrimonio ya que estaba casada, no podía hacer nada inapropiado conmigo misma y también tenía que tratar de mantener abstinencia total en mi matrimonio durante unos meses. Mi marido y yo acordamos mutuamente la abstinencia durante 14 meses y medio desde el principio.

Empecé a hacer lo que SA me decía porque llegué aquí después de tocar fondo. Decidí ser completamente honesta con todo mi ser, tener mente abierta y mantenerme dispuesta a aprender y a ser enseñada. Empecé a asistir a reuniones, encontré una madrina, me añadieron a un grupo mundial de compañeras donde somos más de 180. Empecé a conectarme con compañeras a diario a través de WhatsApp, mensajes, notas de voz, llamadas, etc. Para mí, el enlace de la próxima reunión se convirtió en mi salvavidas y la única salvación ya que, en mi país, India, no tenemos reuniones físicas, y no tengo ningún miembro identificado en mi ciudad ni estado. Tampoco me siento preparada para revelar que estoy en SA como sexólica y adicta a la lujuria por razones de anonimato.

Me mantuve concentrada en el trabajo de recuperación de SA, en el trabajo de los pasos con mi madrina, en las reuniones, en las lecturas, en hacer llamadas, etcétera. Todavía no estaba preparada para empezar a salir de casa, pero necesitaba salir del aislamiento. Empecé a viajar con mi marido después de llevar seis meses sobria en SA y también después de hablarlo con mi madrina.

Decidí hacer más oraciones, meditar, practicar un contacto más consciente con Dios mientras viajaba por carretera, tren o avión. No importaba lo que pasara, no dejaba de hacer mis reuniones al menos dos veces al día, me mantenía en contacto con mi madrina a través de mensajes manteniéndola informada, me mantenía en contacto con las compañeras de todo el mundo a través de mensajes y llamadas de voz si era necesario. Me mantenía muy atenta, especialmente cuando viajaba. La duración de mi propia sobriedad me motivó a no volver atrás y también sabía muy bien que no tenía otra opción que mantenerme sobria ya que necesitaba a mi marido, a mis hijos, a mi familia y tenía una hermosa vida por delante. No importa lo difícil que sea, necesitaba llegar hasta donde fuera con rigurosa honestidad. Sabía que moriría sola. Elegí estar sobria y con mi familia.

Viajé con mi marido por primera vez para buscar un lugar donde vivir en el campo, donde podríamos dejar la vida de la ciudad y trasladarnos allí, para lo cual seguí haciendo mi reunión diaria. Leía en el tren mi libro que siempre llevo conmigo y que me ayudaba a evitar la lujuria y el deseo de ser perseguida con lujuria. Tuve desafíos como ansiedad, palpitaciones, golpes de lujuria y tentaciones. A veces no tenía más remedio que compartirlo con mi marido, que está en un programa de recuperación de adicciones y tiene más sobriedad que yo. Él también conoce, apoya y entiende mi adicción, mi programa de recuperación y mi viaje. Me daba su opinión desde su perspectiva, con la que me identificaba mucho y me relajaba. Sentí mucha atracción por algunos hombres, pero gracias a Dios me acordé inmediatamente de rezar por esa persona, me rendí y dejé de tratarlo como un objeto. Le pedí a Dios que le diera lo que yo hubiera deseado para mí. Seguí haciendo mis llamadas diarias de renovación sin importar donde estuviera, en pueblos, zonas remotas, viajes en autobús llenos de música, en “autorickshaws” o en trenes.

Recuerdo que una vez estaba muy detonada y me salvó llamar a una veterana que me dedicó su tiempo. Bajé en una estación donde mi tren se había detenido unos minutos. Lloré, compartí y saqué mi problema a la luz y seguí sus instrucciones. Me ayudó. La zona horaria de mi madrina no era compatible en ese momento, porque teníamos una diferencia de 12,5-13,5 horas. No recaí porque hice la acción correcta al estar presente y consciente.

Un día, mi marido y yo estábamos en un pueblo lejano de mi estado buscando nuestra casa de campo. En el camino había un hombre un poco borracho que estaba orinando cerca de la pared de una casa abandonada y yo vi el acto mientras cruzaba la escena en un “autorickshaw” con mi marido. Entré en pánico y me compadecí de mí misma pensando por qué Dios me hizo ver eso, ¿por qué a mí? Después de un tiempo, comprendí que no podría hacerlo sola, sino que tenía que pedir ayuda. Hice una llamada a una compañera de confianza y tuve que pedirle a mi marido que me diera algo de espacio y tiempo, ya que estaba luchando. Lo entendió muy bien y me tranquilicé al cabo de unas horas.

He asistido a mis reuniones diarias desde hoteles, viajes, visitas a templos, desde cualquier lugar. De hecho, me las he arreglado para compartir en las reuniones desde donde estuviera, me presentaba y me conectaba a mi grupo base mixto online para compartir con ellos. Siempre sabían si estaba viajando. He hecho mi trabajo de pasos también en los viajes ya que llevo mi Libro Blanco y un libro más siempre conmigo.

Este año viajé sola en tren por primera vez desde que estaba en SA después de hablar y compartirlo con mi madrina. Tenía aproximadamente 18 meses de sobriedad. Le pedí que me diera tiempo para nuestra llamada programada tan pronto como llegara a la ciudad metropolitana a casi 650 km de mi propia ciudad. Aceptó, por lo que le estoy muy agradecida. Tan pronto como llegué y me registré en el hotel, tuvimos nuestra llamada muy temprano durante una hora para hacer el trabajo del primer paso. Había hecho mi inventario escrito durante mi viaje la noche anterior. Me sentí muy agradecida y sobria. De hecho, propuse encontrarme con dos compañeros en recuperación mientras estaba en su ciudad, lo cual compartí con mi madrina de antemano. Los tres nos reunimos en una cafetería e hicimos una hermosa reunión también haciendo nuestra hermosa oración de serenidad, leímos del Libro Blanco y compartimos. Cerramos con la oración de serenidad tomándonos de las manos y fue muy fortalecedor y muy útil en otro plano de mi recuperación con mi primera reunión física de SA. Sin golpes de lujuria ni tentaciones.

Por último, hace dos meses viajé en avión con mi padre a una ciudad metropolitana para asistir a una exposición de arte y, sinceramente, fue una especie de victoria progresiva sobre la lujuria. No tuve ningún problema ni en el aeropuerto, ni en el avión, ni en la exposición de arte, ni a la vuelta. Volví a llevar mi Libro Blanco, me mantuve conectada a mi madrina, mensajes y a SA. Invité a compañero a esa exposición de arte. Vino. Nos conocimos y tuvimos una gran conversación de recuperación también.

Hago mis oraciones, medito en cualquier lugar, trato de mantenerme conectada conscientemente con Dios y sigo rindiendo mi impotencia sobre mi lujuria. He aceptado totalmente y estoy dispuesta a mantenerme sobria y en recuperación un día a la vez, pase lo que pase, y hacer todo lo que sea necesario.
Al final, diría que deseo vivir una hermosa vida sobria donde estoy más disponible para los demás, no lastimo o hiero a mi esposo, hijos o padres nunca más. Tengo tanto para disfrutar, y ser feliz alegre y libre un día a la vez. Espero continuar mi trabajo de pasos con mi madrina un día a la vez, un paso a la vez y así sucesivamente.

La sobriedad es mi elección diaria y, de hecho, ¡LA ÚNICA ELECCIÓN! Me mantengo útil para ser un instrumento de Dios. Gracias por leer mi VIAJE SOBRIO DE RECUPERACIÓN. Cumplo 2 años el 25 de mayo de 2023 espero seguir adelante un día a la vez. Qué hermoso regalo de recuperación poder escribir para la Revista Essay. Me encanta.

Iris, India

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