Destruyendo el Ídolo Dorado
Al reparar el pasado, mediante el programa, encontró la libertad de estar soltero. Durante mi adicción a la lujuria, las relaciones románticas se convirtieron en un becerro de oro para mí. Pensaba que una novia atractiva y emocionalmente compatible me llenaría y me completaría. Tener novia se convirtió en una fantasía persistente, pero cada vez que una mujer aceptaba mi propuesta de cita, huía de la relación en cuanto despegaba.