Trabajar los pasos es su máxima prioridad
Mi nombre es Meira, y soy una adicta al sexo. O quizás, más correctamente, una adicta a la lujuria. Estaba usando la lujuria para hacer frente a la vida desde que tengo memoria, tal vez desde la edad de cuatro o cinco años. Al principio usaba la fantasía y la masturbación compulsiva, mucho antes de saber lo que era el sexo. Estos comportamientos no eran un problema entonces, eran mi solución.